Es posible pensar que todo está bien cuando claramente no lo está. Es posible, pero es malditamente agotador y tan abrumador que solo quieres cerrar tus ojos, acostarte y relajarte, hundirte y olvidarte de todo. Te sumerges tanto durante ese momento que cuando ya te toca despertar de tu ensoñación, solo suspiras y preparas tu más bonita sonrisa, solo para demostrar que 'estás bien'.