Yo: ¿Querido diario? Hoy tampoco lo encontré temprano. Te quiero contar que hoy miré a la luna y me sentí rara y también un poco ñoña. Él sabe todo lo que estoy sintiendo. Sé que tú nunca me dejas, eres el que me acompaña y en el que puedo confiar mis secretos. Luego me agarró mucha tristeza, no lo pude ocultar más. Sé que es horrible, pero me escuchas y estás para apoyarme, ¿verdad? Bueno, yo no me quiero sentir así, ¡qué opinas!
Diario: Hay pequeña cielita, te doy las fuerzas y los ánimos que necesitas, todo pasará.