Mi juramento era no enamorarme, pero llegaste tú y lo pusiste en duda.
No sé qué me pasa. ¿Acaso me hiciste un endulzamiento? Porque no puedo dejar de pensar en ti.
¿Sufriste, pero ahora se lo haces a los demás? ¿Acaso quieres volver a sufrir el doble de eso?