Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir.
Sólo se puede ver correctamente con el corazón; lo esencial permanece invisible para el ojo.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Todos nosotros somos un trabajo no terminado y a lo largo de la vida tendremos mucho que mejorar.
La belleza y el dinero pasan. La honra a la palabra es la verdadera belleza y lo que da seguridad.
No deje que la pasión ciegue su entendimiento.
En una relación no deben cambiarse la personalidad el uno al otro, sino adecuarse y aprender a convivir en armonía aunque sean diferentes.