Hoy me puedo sentar a la mesa contigo y contarte mi historia, porque lo que ayer fue motivo de vergüenza, se convirtió en un logro personal de resistencia y valentía. Muchos se acercan a ti para señalar tus errores, de la misma manera que se acercan los buitres a lo putrefacto. Y sabes qué, al día de hoy entendí que quien actúa así, refleja más su propia forma de ser y sus propias conductas.