La diferencia entre un deportista exitoso y uno no tan exitoso no es la fuerza ni el conocimiento, sino la voluntad.
No puedes dejar que tus fracasos te definan. Tienes que dejar que tus fracasos te enseñen.
La pelota no se mancha.
Fallas el 100% de los tiros que no tomas.
No se acaba hasta que se acaba.
El deporte no construye el carácter. Lo revela.