Palabras gastadas
Me han llamado tonta, pendeja, estúpida,
palabras que se clavan como espinas,
que dejan marcas en mi alma,
y me hacen dudar de mi valía.
"Te quiero", dicen, pero suena a eco,
a una frase repetida, sin sentimiento,
como si fuera un ritual, una obligación,
que no llega a mi corazón.
Las palabras se desgastan, se vuelven vacías,
cuando se usan sin sinceridad,
y me hacen sentir que no soy yo,
que soy solo un reflejo de sus expectativas.