Hoy descubrí que soy la muerte. Mi vida está llena de desesperación. Mis noches, calmadas. Salgo. Paseo de forma segura, sin miedo. Soy lo peor. La gente me teme y respeta. Yo nunca muero. Como la muerte, soy sabia, despiadada, inclusiva y cruel. He de pagar por mis errores. El fuego, la ira, la demencia de la locura más oscura se mezclan de día para atormentar mi pequeña alma mortal. En las noches me libero. Libero esa alma inútil de su empatía. Sigue.
