Me levanté raro, con ganas de vivir,
olvidé mis problemas, fue un momento de paz.
Salté de aquí a allá, reí con mis hermanos,
me gustó sentirme libre y sin dolor.
Pero esa felicidad no duró mucho,
recordé mis problemas y mi corazón se apagó.
La realidad me golpeó, me hizo regresar
a la tristeza y al dolor que había olvidado.
Quisiera volver a ese momento de alegría,
olvidar mis problemas y sentirme libre.
Pero la vida no es así, hay que enfrentar
los desafíos y superarlos.
