La diferencia entre un deportista exitoso y uno no tan exitoso no es la fuerza ni el conocimiento, sino la voluntad.
No puedes dejar que tus fracasos te definan. Tienes que dejar que tus fracasos te enseñen.
Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiarnos a nosotros mismos.