Una vez el día le preguntó a la noche: "¿Cuánto tiempo la viste llorar y decir palabras mudas cuando estás presente?" La noche le contestó: "El mismo tiempo que tú la ves cuando pone sus sonrisas falsas delante de los demás para evitar preguntas que no desea responder".
La luna una vez me preguntó: "¿Hasta cuándo seré testigo de tus lágrimas?", y yo le respondí con sinceridad: "Hasta el día que pueda ser feliz tal y como soy, sin fingir delante de los demás".