Se te olvidó que tú me amabas, y que de esa hoguera, solo quedan cenizas..
Se te olvidó que te dije que sentía medio caer, y tropezar sobre la misma piedra.
Se te olvidó que mi cielo, llevaría a cántaros al perderte.
Se te olvidó que en ese viaje idílico, no sólo ibas tú, también iba a bordo yo.
Se te olvidó que dejaste un almacén de recuerdos.
Y, de pronto, se te olvidó evitarme un flechazo en el alma, y un remiendo al corazón.