Arriba de pie, demuéstrale al mundo de qué estás hecho, sin importar cuántas veces te tropiezes sigue luchando, hasta alcanzar tus objetivos y metas.

No permitas que tus miedos y debilidades te impidan alcanzar tu objetivo. Levántate a pesar de haber caído. Mantén tu corazón ardiendo, y recuerda que el tiempo no espera a nadie.

Jamás tomarás el deporte en serio si no te tomas a ti mismo en serio. Hazlo bien o no hagas nada.