El miedo no es el muro que te detiene, sino el sendero inexplorado. Cada paso a través de él no te aleja de quien fuiste, sino que te acerca a la persona extraordinaria que estás destinado a ser.
El éxito no es cuestión de talento innato, sino de la tenacidad y la disciplina con la que te forjas a ti mismo cada día, construyendo tu propio destino con carácter inquebrantable.