Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian, como si cada trago fuera un beso con veneno que los desmorona. Fuman recuerdos, inhalan promesas rotas, mientras la vida les pinta sombras en cada esquina rota.
Somos producto del barrio, del sudor, del drama,
del coraje que se cocina lento entre hambre y la calma. Y aunque el vicio aprieta como puño de traición, lo abrazamos como si en él encontráramos redención.
⚰️💔🔥🖤