Antes de cada gran salto, existe una pequeña duda. No permitas que el miedo a no alcanzar la orilla te impida lanzarte al río. La confianza se construye nadando, no mirando.
El verdadero poder de tu carácter no reside en no caer, sino en la motivación implacable de levantarte, la sabiduría de aprender del error y la fortaleza para definir tu propio camino al éxito.
El cambio más poderoso no ocurre en el mundo exterior, sino en la perspectiva interna con la que decides enfrentar cada día. Ahí reside tu verdadera libertad y poder.