La verdadera medida de tu sabiduría no es cuántas respuestas conoces, sino cuántas preguntas te atreves a hacer, y cómo cada una moldea tu carácter en el camino hacia el éxito.
La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es ese pequeño 'extra' que decides poner. Es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día tras día.
La batalla más grande no es contra el mundo exterior, sino contra las dudas internas. Al superarlas, tu carácter se forja con una fuerza inquebrantable y abres el camino hacia el verdadero éxito.
El verdadero éxito no se mide por lo que tienes, sino por la persona en que te conviertes. Tu carácter es el legado más valioso y la fuente de una sabiduría inagotable.