El verdadero carácter se forja no solo en cómo te levantas de la caída, sino en la sabiduría que adquieres para evitar los mismos tropiezos en el futuro.
La verdadera libertad reside en descubrir tu propio camino y tener el valor de transitarlo, sin buscar aprobación externa. En cada paso auténtico, forjas tu legado.