No midas tu grandeza por los aplausos ajenos, sino por la paz que encuentras en tu propia conciencia. Ahí reside la sabiduría que construye un carácter inquebrantable y la motivación para tu verdadero éxito.
La adversidad no revela tu carácter, lo forja. En cada desafío y cada caída, no solo descubres la sabiduría necesaria para levantarte, sino la inquebrantable motivación que te impulsa hacia tu verdadero éxito.
Cada revés es una pincelada que perfecciona el lienzo de tu ser. No es el fin, sino la oportunidad de dibujar tu mejor versión con la sabiduría de la experiencia y la tenacidad de tu carácter.