La resiliencia no es la ausencia de heridas, sino el arte de cicatrizarlas y florecer con sus marcas, transformando cada desafío en una parte inquebrantable de tu historia.
La semilla no ve el jardín, solo la tierra y la oscuridad. Confía en el proceso de tu crecimiento, porque lo más bello suele nacer donde menos esperas.
El mayor acto de valentía no es la ausencia de miedo, sino la decisión de avanzar a pesar de él, pues solo al cruzar esa barrera se encuentra la verdadera libertad.